El Antonio Puchades se vistió de gala para recibir al Espanyol Femenino en la decimoséptima jornada de la Primera Iberdrola, un partido a priori fácil para el Valencia, pero que terminó metiendo en problemas a las chicas de Irene Ferreras.
Pese a que fueron las 'ches' las primeras en estrenar el luminoso local, el cuadro catalán supo responder en la segunda parte luchando hasta el último balón, poniendo a las valencianistas contra las cuerdas.
Fue Mari Paz Vilas la autora del tanto valencianista, con un golazo que subió al marcador en el minuto 21 de partido. La máxima goleadora del Valencia recogió en el área una gran asistencia de Sandra, controló el esférico con el pecho, se dio la media vuelta y empalmó con la diestra para sacarse de la manga una volea imparable ante la que nada pudo hacer Mimi.
Con este golazo, Mari Paz superó nada más y nada menos que a David Villa e igualó a Kempes como máxima goleadora histórica del Valencia, con la brutalidad de 130 goles oficiales.
Cuando ya se había cumplido la primera hora de partido, Cristina Baudet devolvió la igualdad inicial al electrónico, acompañada por un toque de fortuna dentro del área rival.
Un rechace de las valencinas lo recogió Letti, que le puso una asistencia medida a Baudet para que sumara su segundo tanto de la temporada, enganchando el cuero dentro del área para superar sin problemas a María Pi.
Las oportunidades se repartieron en ambas áreas, pero fue el Espanyol el que volvió a perforar los tres palos del Valencia, aunque, para alivio rival, la árbitra del partido anuló el tanto por fuera de juego de Paula Moreno.
Sin tiempo para más, el duelo se apagó con el definitivo empate 1-1, un reparto de puntos que de muy poco sirve a ambos conjuntos, ya que el Valencia suma 14 en la undécima plaza, tan solo tres por encima del descenso, mientras que el Espanyol no consigue despegarse de la última plaza con cuatro.
Exhaustas sobre el césped, las jugadoras del Valencia no pudieron evitar las lágrimas, conscientes de la complicada situación del equipo, a sabiendas de que este era un partido para ganarlo. El gesto más deportivo se vio cuando las jugadoras del Espanyol no dudaron en acudir a consolarlas.