Ser el subcampeón de la competición más importante de América no es hago fácil de lograr y Lanús ha llegado a esa instancia gracias a su gran estructura institucional y deportiva. Reconocido como un club modelo del fútbol argentino, el ‘granate’ se acostumbró a obtener muchos títulos en los últimos años.
Pero el presente indica un cambio abrupto, ya que debido a sus exigencias económicas tuvo que desprenderse de las grandes figuras de su plantilla, no logrando incorporar jugadores de jerarquía que suplanten a las bajas.
Entre los profesionales que se despidieron del club en el pasado mercado de pases, se encuentran Fernando Monetti (Atlético Nacional de Medellín), Diego Braghieri (Atlético Nacional de Medellín), Ignacio Canuto (Tigre), Maximiliano Velázquez (Aldosivi), Santiago Zurbriggen (Defensa y Justicia), Nicolás Aguirre (Chongqing Lifan) y José Sand (Deportivo Cali). Quien también ha dado un paso al costado fue su técnico Jorge Almirón, que firmó contrato con el Atlético Nacional de Medellín, con una rúbrica que le unirá a esa institución por dos temporadas.
Tan sólo se puede nombrar a Nehuén Paz como refuerzo, que proviene de Bologna, a préstamo por 6 meses sin opción de compra. Gonzalo Di Renzo (Patronato) y Bruno Vides (Emelec) han retornado de sus respectivas cesiones y serán tenidos en cuenta por Ezequiel Carboni para solventar la falta de jugadores en la escuadra principal.
Sumado a esta situación, la plantilla no pasa por su mejor momento, puesto que hace tres meses que no logra ganar un partido, y se encuentra relegado en la tabla de posiciones de la Primera División respecto a la zona de clasificación a Copa Libertadores y Sudamericana.
Lo que era un proyecto serio de incorporación y formación de juveniles para el futuro se ha transformado en una urgencia de promoción de jóvenes, que sienten la presión de rendir al mismo nivel que sostenían los experimentados jugadores que emigraron.