Acababa de empezar el Eintracht-Mainz, un duelo de máxima rivalidad por lo próximo de sus localidades, y más cuando hay un puesto en semifinales de la DFB Pokal en juego.
En los primeros minutos del partido la afición del Eintracht lanzó caramelos al campo, algo que sacó alguna sonrisa a los jugadores. No los tocaron, tampoco protestaron. No vaya a ser que luego en el control antidoping pase algo, ya saben...
Pero quien sí los cató fue quien menos esperaban, Deniz Aytekin. El árbitro internacional alemán recogió uno del suelo, y De Jong pareció preguntarle qué era.
El colegiado se lo mostró y ante la mirada entre sorprendida y risueña del holandés, lo desenvolvió y se lo comió. ¿Y es que a quién le amarga un dulce?
7 de febrero de 2018