La titularidad solo le perteneció a Larrazabal, el único representante del filial del Athletic. Fue claramente de menos a más, con una potencia física muy reseñable.
Larrazabal presionó y fue un auténtico quebradero de cabeza partiendo desde la posición de interior derecho, donde sacó a relucir su principal arma: la velocidad y el desequilibrio.
Además, ayudó por su banda a De Marcos. Larrazabal es solidario, algo que valora Garitano, y se quedó rozando el gol. El que sí anotó fue Íñigo Vicente, que además dio una asistencia a Iñaki Williams.
Vicente salió al campo y ocupó el costado izquierdo, destacándose más por su buena colocación, inteligencia y calidad para anotar con comodidad el quinto y asistir en el último tanto para cerrar la goleada.