Si uno echa un vistazo a las recomendaciones de viaje de los diferentes Ministerios de Exteriores de los países europeos, Cataluña y Barcelona en concreto parecen poco menos que una zona de guerra.
El Ferencvaros, por si acaso, ha reproducido para aquellos aficionados que se desplacen a la Ciudad Condal las habituales recomendaciones de viaje, entre las que se incluyen varias que no pueden resultar más chocantes.
"Llamamos la atención de los aficionados que viajan a Barcelona que el número de robos callejeros con violencia en las áreas más visitadas por los turistas ha aumentado significativamente en las últimas semanas", advierte el club húngaro en su web.
Pero la advertencia va más allá. "Además de los homicidios, ha habido un aumento dramático en el número de casos de violación en los últimos tres meses en comparación con el mismo período de años anteriores", añadió.
Pide a sus aficionados extremar las precauciones en materia de robos (destacando el clásico robo con fuerza desde una motocicleta), así como dónde acudir en caso de ser víctima de uno, o algo peor.
Todo ello, tras las clásicas advertencias de temática futbolera: nada de banderas con asta, intentar no lucir los colores del club por las calles, así como evitar expresiones o gestos ofensivos, de mal gusto o directamente racistas o de ideología neonazi.
"El gesto de la mano del corazón al cielo no se puede hacer con una sola mano", advierte el club en su comunicado, por si la UEFA lo malinterpreta, claro.