Las carteras también se citan en Mánchester

Este viernes volverá a sonar en la casa de cualquier futbolero que se precie la composición musical de Händel con letra de Britten que acostumbramos a escuchar martes y miércoles. Sí, damas y caballeros, vuelve la Champions League.

Y lo hará con dos tremendos partidazos que no dejarán indiferente a nadie. A la misma hora darán comienzo un Juventus-Olympique de Lyon y un Manchester City-Real Madrid.

Muchas miradas se centrarán este segundo por motivos diversos. Pep se medirá de nuevo ante los blancos, la necesidad de remontar de los 'merengues', la ausencia de Sergio Ramos en el eje de la zaga...

Y los fichajes, por supuesto. Ambos conjuntos han sido equipos que no han tenido remilgos en hacer desembolsos cuantiosos para contar con los mejores jugadores a su disposición.

Rara es la ventana de fichajes en la que uno de los dos, o ambos, no apuestan fuerte por una estrella consolidada o una promesa emergente.

El Manchester City ha sido más del primer tipo. Rodri, Riyad Mahrez o Aymeric Laporte han sido los tres más caros de la era Guardiola y entre todos suman la friolera de más de 200 millones de euros.

El Madrid, en cambio, ha querido apostar por la juventud, pero es un camino que tampoco sale barato. Reinier, Vinicius, Rodrygo... tres hombres que llegaron con menos de 20 años y que costaron más de '100' kilos en las arcas del club.

Pero que los blancos hayan decidido pensar a medio-largo plazo no implica que hayan abandonado el presente. Eden Hazard, por 115 millones llegó para ocupar un hueco gigante que dejó cierto delantero luso.

No para ocupar la plaza de goleador, pues el propósito de ambos sobre el césped ni siquiera es parecido. Llegó para ser la estrella que aparece en momentos clave y, aunque las lesiones le han privado de serlo, en esta Champions tiene su oportunidad... si se recupera a tiempo.

Los millones hay que justificarlos en el terreno de juego y los dos equipos están ante una situación crucial. La épica de una remontada blanca o el City rompiendo su maldición de la Champions. Una lucha de estilos, de historias y de cartera.