Por algo lleva el '10'. Por algo le llaman 'D10S'. Pasan los años y Leo Messi, insaciable como el que más, sigue sin levantar un solo centímetro su pie del acelerador. Lo lleva en la sangre: solo puede disfrutar y hacer que los demás disfruten con su fútbol.
Ni siquiera las 15 temporadas que lleva en el primer equipo del Barcelona le han servido como recompensa para que pueda frenar ese instinto ganador que sigue teniendo con sus 31 años. Y esta campaña lo tiene muy claro: quiere el triplete a toda costa. Y, de momento, sus deseos se están cumpliendo.
En la final de Copa del Rey, semifinales de Champions y acariciando ya LaLiga, Messi y el Barça encaran un final de curso más que emocionante. Y, si el conjunto azulgrana ha logrado plantarse en esa situación, en gran parte ha sido por culpa de Leo.
Ya inventan hasta trucos de cómo poder pararle. Ni la jaula que propuso Mourinho parece suficiente para frenarle cuando de verdad ansía algo. Y esta temporada lo está demostrando. Domina la mayoría de las facetas en el panorama nacional e internacional.
Lucha por la Bota de Oro aparte -sigue siendo el líder-, Messi quiere esa corona virtual que le proclame como rey del fútbol esta campaña. Ese jugador que haga que su equipo pueda ganarlo todo. Y el '10' va en camino de conseguirlo.
A día de hoy, el argentino es el que más goles ha logrado en lo que va de temporada -45-. También el que más tantos ha logrado en el campeonato regular, en LaLiga -33-. Lo mismo que en Champions, donde ya lleva diez. Ni siquiera sus lesiones fueron un obstáculo para él.
Pero tampoco ha descuidado otros apartados que ya le hicieron ser más que influyente en el Barça en otros tiempos. Messi marca muchos goles, pero genera otros tantos. Es el máximo asistente contando los tres torneos -19- y también de la Liga en concreto -13-.
No pudo marcar ante la Real Sociedad en el último partido, pero sí pudo dar una asistencia. De una forma u otra, el '10' tiene entre ceja y ceja cerrar LaLiga para poder centrarse en esa gran cita europea ante el Liverpool en Liga de Campeones. El rey quiere poder levantar la triple corona.