El Tottenham está viviendo una de las mejores temporadas de su historia en la Liga de Campeones. Al eliminar al Manchester City en los cuartos de final, los 'spurs' alcanzaron las semifinales de la competición 57 años después.
Y todo gracias a la plantilla y a la gestión del vestuario de una de las grandes apuestas de Daniel Levy, presidente de la entidad, en su etapa en el club: la contratación de Mauricio Pochettino.
El argentino ha sabido dotar al conjunto londinense de unas armas que le han valido para triunfar en Inglaterra y en Europa. Y todo ello sin poder fichar.
Ahí está el verdadero 'quid' de la cuestión. El Tottenham, con el nuevo estadio como la gran obra de la actual dirección, ha estado la sorprendente cifra de dos años sin contratar futbolistas.
Algo que supieron contrastar convenciendo a los pesos pesados de la plantilla a la hora de continuar en el club, pero los plazos se acaban. Nadie dijo que el fútbol en tiempos modernos fuese fácil.
Y en cuanto al fútbol moderno, se hace referencia al ajuste del balance de cuentas. Teniendo en cuenta el fuerte endeudamiento al que tuvo que someterse el cuadro del norte de Londres (750 millones de euros), la maximización de los recursos y la rentabilidad son dos aspectos marcados en rojo en la mente de Levy.
En caso de conquistar la Champions League esta temporada (82,3 millones al vencedor), un hecho que sería admirable a nivel deportivo, las cuentas tampoco saldrían, lo que obligaría a la planta noble del nuevo White Hart Lane a escuchar ofertas por sus estrellas.
Aquí, en todo este batiburrillo, es donde entra Christian Eriksen. El danés ha sonado para recalar en el Real Madrid en varias ocasiones, pero este verano podría ser el último en el que se hable del asunto.
La situación económica de los 'spurs' ha condicionado en los últimos años el apartado de entradas y, tras vender a Dembele a China en invierno, el próximo mercado estival se presenta como una oportunidad para continuar depurando las arcas de la entidad.
El '23' de los londinenses termina contrato en el año 2020, lo que le sitúa, una vez terminada la temporada, como una ganga de muchos quilates a la que poder echarle el lazo de cara al próximo curso.
Con el cuadro 'merengue' detrás del futbolista, no es enrevesado pensar que el danés pueda coger el mismo camino que Luka Modric y jugar a partir del mes de julio bajo las órdenes de Zinedine Zidane.