La pasada temporada lo hizo defendiendo los colores del Wolfsburgo ante el Real Madrid en los cuartos de final de la Champions, tras sucumbir en el Bernabéu.
Los blancos perdieron por 2-0 en la ida ante el conjunto bávaro, pero en la vuelta lograron el 3-0 que le dio el billete hacia semifinales, en un encuentro en el que cayó lesionado a la media hora de juego.
Ante el Barça, la historia se repitió, aunque en esta ocasión, el guion fue aún más sangriento para Draxler. Esta vez, fue la camiseta del PSG la que usó para secarse las lágrimas en un nuevo fracaso en España.