Existen dos ocasiones en las que el equipo blanquiazul dependía de forma indirecta de lo que hiciese el Madrid... y en ninguna recibió el favor.
El primer caso ocurrió en la temporada 1974-75. Aquel curso, el equipo 'merengue' se proclamó campeón con varias jornadas de antelación y en la última fecha visitaba al Real Gijón.
Los asturianos debían ganar para huir del descenso, lugar al que caería el CD Málaga en caso de éxito de los gijoneses. Y así fue. Los de Martiricos ganaron y cumplieron su parte, pero los de la capital no hicieron lo mismo.
El cuadro rojiblanco se impuso por 2-0 al Madrid con goles de De Diego y Quini. Los blancos formaron con nombres como Amancio, Del Bosque, Pirri o Santillana, pero la ausencia de objetivos vendieron muy barata su derrota.
El segundo antecedente ocurrió justamente diez años más tarde. De nuevo la última jornada arrojaba opciones de salvación a los de la Costa del Sol... y de nuevo el Real Madrid impedía la permanencia malaguista.
Los 'merengues' fracasaron en la Liga, terminando en quinta posición. Sin opciones de optar a la cuarta plaza, el Hércules visitaba el feudo madridista y sólo un triunfo le daba esperanzas a los alicantinos.
A priori, la victoria era impensable, por lo que el Málaga pensó en 'arreglar' un empate contra el Betis, resultado que salvaba a ambos.
Sin embargo, el flaco favor del Madrid, que cayó derrotado por 0-1, salvó al Hércules y volvió a mandar a los 'boquerones' al infierno.