Y es que Robert Fernández tiene este verano una conversación ineludible con Iniesta. El Barcelona le ha ofrecido dos años más uno opcional, pero el jugador ha pedido tiempo para valorar la oferta y para pensar si está dispuesto a permanecer en el primer nivel y el club que le dió todo, pero jugando cada vez menos.
Los azulgrana están dispuestos a esperar por el capitán, ya que es alguien que ha dado muchísimo al club: el mensaje es el mismo que dieron hace tres años, cuando Xavi valoró seriamente marcharse tras el año en blanco con el 'Tata' y el Mundial de 2014. Sin embargo, la llamada de Luis Enrique y la falta de acuerdo para la liquidación lo evitaron y levantó el triplete, aunque jugase menos.
Ahora Iniesta sabe que tiene que ir dando paso a las nuevas generaciones y haciéndose a un lado, consciente de que el nuevo entrenador, sea quien sea, limitará su protagonismo tal y como ha hecho Luis Enrique esta temporada y en la pasada.
La condición de Iniesta para renovar es conocer de primera mano cuál será su rol con el nuevo técnico, pero por si acaso no extiende su contrato con los culés ya tiene una alternativa.
El técnico asturiano ya declaró que el centrocampista tiene que ser partícipe de lo que significa hacerse mayor en el Barça. Ahora será el de Fuentealbilla si quiere agotar su carrera en el Barcelona jugando cada vez menos o aprovechar sus últimos años en otro destino. ¿Será este su último 'Clásico'?