Más allá de que en el Barcelona sigan pensando que la acción con Sergio Ramos no fue penalti, Clément Lenglet ha generado algunas dudas últimamente por su rendimiento como futbolista azulgrana.
El ex del Sevilla, que firmó una gran primera campaña en el Barça e hizo olvidar a Samuel Umtiti, ha bajado su rendimiento en un año 2020 que, pandemia aparte, no le ha sentado nada bien.
Lenglet llegó al cénit de su carrera como azulgrana hace aproximadamente un año y medio. El Barcelona se llevó un doble duelo ante el Real Madrid para sentenciar la Liga y clasificarse a la final de Copa y el central estuvo impecable.
Muchos le veían ya como sucesor de Gerard Piqué y, por descontado, le convertían en pareja indiscutible del central, con Umtiti penando su primera lesión grave tras el Mundial.
El final de la 2019-2020, con la llegada de Quique Setién, ya no le sentó del todo bien a un jugador que llegó a perder su temple y mostró nervios en algunas acciones que antes controlaba a la perfección.
La presente campaña ha agrandado sus virtudes y defectos. Mientras sigue evolucionando favorablemente en la salida de balón, el central francés lo ha aderezado con despistes como el del penalti a Ramos -un agarrón demasiado evidente- y un juego excesivamente violento en algunas acciones que ya le costó la expulsión en Vigo.
El central francés tendrá una reválida en Turín, donde le tocará demostrar que puede liderar la zaga azulgrana sin su mentor Piqué. Lenglet será, junto a Araujo, el jefe de la defensa del Barcelona ante la Juventus en un partido en el que, después del 'Clásico', el Barça se la juega.