Y es que Danilo perdió un total de 21 balones entre robos y pases desacertados, pero lo más grave es que tan solo recuperó uno. Sus subidas eran demasiado imprecisas y en defensa ni siquiera llegó a cometer ninguna falta, ya que ni tan siquiera llegaba a perseguir a los extremos de la Real.
La mala actuación del defensor se suma así al pésimo partido realizado ante el Rayo, en el que fue protagonista negativo en los dos tantos recibidos, y ante el Wolfsburgo, que se vio sobrepasado en todo momento y no aportó nada en ataque.
Pese a todo, hay algo que no se le puede reprochar al jugador y es su personalidad en el campo. En el encuentro ante el Eibar, Zidane le metió en el campo en el 64' y fue recibido con pitos, pero al brasileño no pareció intimidarle esto y no paró de ofrecerse, algo que dice mucho de su intención de triunfar en el Madrid.