Y no hubo mejor personificación de lo mal que se pasó en aquel estadio, sin saber qué le ocurría aún al 'Niño', que Giménez.
El central uruguayo no quería ni mirar y se tapaba la cara con la camiseta. Sin poder reprimir las lágrimas, gritó reclamando ayuda y pidiendo una ambulancia para su compañero.
Torres salió por su propio pie del hospital, donde pasó la noche, y no recuerda nada antes de la jugada.