La cruz de Zidane son las lesiones. El técnico no ha podido contar con 12 de los 24 hombres de su plantilla en, al menos, un encuentro. En total, se han perdido 43 partidos.
El último en pasar por la enfermería blanca ha sido Keylor Navas y eso que los porteros están menos expuestos a la mayoría de las dolencias.
El costarricense descansó tras el primer parón de selecciones y, después del segundo, fue baja ante el Getafe por un problema del que hay distintas versiones.
Aparentemente recuperado, el guardameta se lució ante el Tottenham y tratará de volver para Wembley. Este contratiempo es más grave para Zidane de lo que parece, ya que su hijo Luca también está lesionado.
Tampoco se libra la defensa. Vallejo fue el primero en lesionarse. Se perdió la Supercopa de España, cinco jornadas de Liga y una de Champions.
Después, se lesionó Varane, que no estuvo ni ante el Valencia ni ante el Levante en el Bernabéu. Y casi a la vez se lesionaron los laterales: Theo el 20 de septiembre, con cuatro partidos de baja, y Marcelo, el 23 y con tres encuentros. Carvajal cayó el 1 de octubre y no tiene ni fecha de vuelta.
En la medular, los únicos lesionados fueron Kroos y Kovacic. El alemán no estuvo ni ante la Real ni ante el Alavés, mientras que el croata fue baja en la primera jornada. Sin embargo, Kovacic rompió el tendón largo del aductor derecho el día 13 de septiembre, en el Madrid-Apoel, y sigue sin estar disponible.
En la zona ofensiva, el caso más llamativo es el de Bale. El galés sufrió su enésima lesión ante el Borussia a pesar de haber descansado tres días ante en Liga.
Parecía que era una molestia pasajera, pero Bale no ha jugado los tres encuentros que han disputado los 'merengues' desde entonces. Florentino admitió que el de Cardiff está desesperado.
Pero el galés no es el único delantero que ha pasado por la enfermería. También se lesionó Benzema, ante el Levante, y estuvo seis partidos en el dique seco. Esto hace que la 'bbc' vaya a estar más de seis meses sin coincidir en el campo.