"Ante la insistencia de todo el mundo, fue difícil decir que no al penal. No lo tenía planeado ni lógicamente surgió de mí sino de mis compañeros, que presionaron para que lo pateara", contó el defensa.
Mascherano explicó que no era algo que le atormentase: "Fue más una muestra de cariño que otra cosa. Esto no es un tema de convertir un gol sino de sentir el afecto tanto de mis compañeros como del público del Camp Nou. Ya había pasado muchas veces y lo he dicho que no era algo que me tenía preocupado".
"Entiendo esto como un deporte colectivo donde cada uno tiene su rol. El mío no es contribuir con goles, pero es lindo que quede como una buena anécdota", agregó para finalizar.