Las Palmas, del descenso a la permanencia virtual en tiempo récord

Su actual renta sobre la zona de descenso, once puntos cuando restan dieciocho en juego, le permite tener al alcance de la mano su objetivo, que podría sellar el próximo sábado en el Estadio de Gran Canaria ante el Sporting de Gijón, precisamente el equipo que ocupa la primera plaza de descenso.

Los amarillos han sumado dieciocho puntos de los últimos veintiuno posibles y, en lo que va de segunda vuelta, acumulan tres más que en toda la primera, lo que les ha catapultado hasta el décimo puesto, su mejor clasificación desde que se inició la liga.

Cuando Las Palmas cayó en casa ante el FC Barcelona (1-2), el pasado 20 de febrero, acumulaba tres derrotas consecutivas, venía de perder dos partidos fuera, ante Rayo Vallecano y Sevilla, ambos por 2-0, pero ya evidenciaba signos de mejoría como demostró ante el actual líder, al que llegó a discutirle la posesión del balón.

El punto de inflexión se produjo con su victoria en Eibar, la primera como visitante, que le permitió abandonar los puestos de descenso, a los que ya no ha regresado desde entonces.

Este brillante tramo de la competición para los isleños solo ha tenido un borrón, el de la derrota ante el Real Madrid, en el último minuto (1-2) y justo después de haberle empatado. Ha sido su único tropiezo en casa, donde antes se exhibió ante el Getafe (4-0) y después le remontó al Valencia (2-1).

Además, los de Quique Setién continúan haciendo historia con su secuencia de triunfos consecutivos a domicilio en Primera. El de ayer en A Coruña es el cuarto seguido: antes también habían vencido en Ipurúa (Eibar), El Madrigal (Villarreal) y Anoeta (Real Sociedad), por 0-1 en los tres casos.

Ni siquiera la ausencia por sanción de su máximo goleador, el brasileño Willian José, limitó ayer a un equipo que parece no tener techo. Y es que, cuando más se le necesitaba, apareció el delantero argentino Sergio Ezequiel Araujo para anotar un doblete y acabar con su ostracismo.

La de anoche fue también la tercera remontada amarilla del presente curso tras encajar el primer gol de partido, y la primera lejos de la isla, ya que Las Palmas solo lo había conseguido antes en casa, ante Celta y Valencia (2-1 en ambos casos).

El próximo sábado, ante el Sporting, la Unión Deportiva pretende ponerle la guinda al pastel de la permanencia ante su afición, que probablemente lo celebrará tanto como el propio ascenso del pasado mes de junio.

"Espero que el Estadio de Gran Canaria sea una fiesta, los jugadores se lo merecen", dijo ayer Quique Setién, artífice desde su llegada en octubre de la metamorfosis de un equipo que ha apostado por un fútbol de toque, vistoso y no exento de riesgo como camino para ganarse la continuidad entre los grandes.