El estadio de Gran Canaria presenció una auténtica fiesta en el estreno de la Jornada 4 de Segunda División. David García fue homenajeado en su partido 454 y Las Palmas no permitió concesiones a un Nàstic que quedó muy tocado tras quedarse con uno menos.
La maquinaría de Manolo Jiménez está totalmente engrasada y este viernes lo demostró. La primera parte no pasó a la historia por exceso de ocasiones de gol, sin embargo, dos acciones dejaron prácticamente decantado el partido.
El conjunto 'pío pío' llevaba el peso del partido, pero no encontraba hueco en la amurallada defensa tarraconense, que contaba con experiencia y altura en la pareja de centrales formada por Raúl Albentosa y César Arzo.
Precisamente, este último fue el que, a la media hora, se marchaba expulsado y dejaba a su equipo con uno menos. La jugada contó con demasiado castigo por parte del colegiado. El central castellonense había derribado a Rubén Castro con un toque muy sutil en su camino hacia la portería.
Punto de inflexión
Esta acción marcó, sin duda, un antes y un después en el choque. El Nàstic aguantó bien las embestidas canarias durante los siguientes minutos, aunque eso terminó en la primera acción de peligro para el 'pichichi' de la categoría.
Rubén Castro recibió al borde del área y, con fortuna, se llevó la pelota y definió al palo contrario para hacer el gol más importante del duelo. Pocos segundos después llegábamos al descanso.
Tras este duro varapalo para los de José Antonio Gordillo, el Nàstic no volvería a aparecer en el partido. Diez minutos después de la reanudación, Timor ponía el punto y final al partido con un disparo desde la frontal que desvió la defensa. Al Nàstic parece que le ha mirado un tuerto.
Dominio local incontestable
Pero la cosa no quedaría así, Rubén Castro se lanzó en plancha para seguir con su estadística goleadora y sumar su doblete particular. El cuadro catalán no sabía por dónde le venías los ataques.
Un defensa se encargaría de poner la guinda a la fiesta canaria. Álvaro Lemos enganchó un disparo de volea en la esquina del área que se colaba por la escuadra. Un golazo descomunal que podría optar al mejor de la jornada.
Finalmente quedó demostrado que a perro flaco todo son pulgas. El Nàstic se hunde aún más en la zona baja, mientras que el equipo de Manolo Jiménez sigue carburando a base de golazos en busca del liderato.