Con un once plagado de novedades y sin nada en juego, el Barça salió de Vigo con una derrota por 2-0 antes de poner rumbo a Liverpool para el trascendental choque en Anfield.
El cuadro catalán se vio superado por un equipo vigués necesitado de puntos y acabó cediendo ante el empuje local, que pudo con los experimentos de Ernesto Valverde.
Y es que el 'Txingurri' alineó a los menos habituales y a varios jóvenes, entre los que se encontraban Riqui Puig, Wagué o Aleñá, que analizaron el duelo una vez concluyó.
"Una derrota siempre molesta y no es de buen gusto, pero era una oportunidad que nos ha dado Valverde, que hemos intentado aprovechar al máximo y no ha podido ser. El técnico es un 'crack'. Sabe llevar muy bien el vestuario", comentó Riqui ante los medios.
Por su lado, Wagué confió en ir mejorando a mediada que sume minutos. "No ha estado mal, pero nos vamos con una derrota. He cometido un penalti que no tenía intención. Ha sido mala suerte, pero así es el fútbol", comentó.
Aleñá, por su parte, quiso destacar la actitud del equipo. "El partido se nos puso en contra pero la actitud fue buena. Dimos la talla y hay que pensar ya en lo que nos viene. En general todas las líneas estuvimos bien. Quizás delante nos faltó el último pase, que es lo que marca la diferencia", sentenció.
Además, Guillermo Amor también dio su punto de vista de una derrota que, clasificatoriamente, no afecta para nada a un Barça ya campeón.
"Jugamos ante un rival muy necesitado, sabíamos que nos podía poner en problemas. En el segundo tiempo se han animado y no ha podido ser", sentenció el director de relaciones institucionales del club.