47-0 en 70 minutos. A más de un gol cada dos minutos. Una auténtica barbaridad que ha tenido lugar en un encuentro de alevines en Gran Canaria y que ha levantado un polvorín en redes sociales. Se enfrentaban el primer clasificado contra el último, con 147 goles encajados y sólo 12 anotados.
En una categoría en la que los niños están en formación, el conjunto canario no dio opción a su rival siquiera a dar dos pases seguidos. Una presión alta para robar la pelota arriba y no parar de hacer goles. Algo que no sentó muy bien a Las Coloradas.
Y es que Las Palmas está acostumbrada a arrasar en categorías inferiores. La pasada temporada ganó los once campeonatos que disputó casi sin oposición. Lo que pone encima de la mesa el debate de la forma en la que está estructurado el fútbol base, ya que salen perjudicados tanto los equipos más pequeños como los más grandes.