Llegó como técnico provisional y, finalmente, firmó hasta 2021. Sus pruebas no fueron las más exigentes posibles, pero gustaron los triunfos y cómo se dieron estos ante Melilla, Viktoria Plzen y, especialmente, Celta. El 2-0 ante el Valladolid quedó por debajo al nivel general mostrado en los otros dos encuentros.
Tanto en el club como en las gradas del Bernabéu, la ilusión volvió a llamar a la puerta. Pero no para todos. A algunos, la llegada de Solari le ha supuesto dar un paso atrás en sus aspiraciones deportivas en el vestuario. Al menos, en las inmediatas.
Keylor Navas es un buen ejemplo de ello. El 'tico' siempre optó por confiar en sus posibilidades pese al fichaje de Courtois. Lopetegui titubeó, pero acabó siendo salomónico y le reservó la Champions al costarricense, un torneo que ya ha levantado tres veces.
Sin embargo, el actual técnico blanco rompió con esa norma y le entregó plenos poderes al portero belga en la portería, exceptuando la Copa del Rey. Así, Keylor se queda fuera de los focos en las competiciones más importantes.
Isco y Asensio, un 'pack indivisible' fuera del campo y, en ocasiones, 'rivales' dentro del mismo, son las otras dos 'víctimas' de Solari. Ambos atesoran una calidad más que notoria, pero no están sabiendo transformarla en éxitos personales ni colectivos. Esto ha hecho que los dos se caigan de las últimas alineaciones del Madrid.
El malagueño y el mallorquín han llegado a rivalizar por un puesto en el once, especialmente antes de la salida de Cristiano. Las numerosas ausencias de Bale dejaban un lugar para el fútbol ofensivo, creativo y la cercanía al área, algo que dominan ambos futbolistas.
Pero, pese a la marcha de CR7, parece que se han quedado sin sitio. Sobre todo, en los partidos importantes. La inclusión de Ceballos o Lucas Vázquez, dependiendo del sistema, ha hecho ver a Isco y Asensio compartiendo banquillo, algo que pocos esperaban a principio de curso.