España logró un hito al clasificarse para el Mundial de Canadá 2015. Era la primera vez que lo lograba, pero tras este, todo cambió. La alegría se había convertido en malestar, y la situación acabó con la dimisión del seleccionador.
Ignacio Quereda dejó la Selección tras nada menos que 27 años al frente de la misma. Llegó sangre nueva y la situación cambió drásticamente. Ahora, cuatro años después, España ha brillado en su segundo Mundial, el cual acabó eliminada en octavos a manos de EE.UU, a la postre campeona.
Lo que vivió España hace cuatro años parece estar viviéndolo Argentina ahora mismo. Comparten varios síntomas, empezando por la temprana eliminación de la cita mundialista, aunque en su caso no fue la primera (Argentina disputaba su tercer Mundial, tras dos ausencias consecutivas).
También comparte la 'Albiceleste' con 'la Roja' las críticas hacia el cuerpo técnico, señalando en ambos casos directamente a un seleccionador que claramente no dio la talla. Ellas quieren ser profesionales, pero se sienten atadas de pies y manos por sus entrenadores. El "jugad y divertíos" no es válido a estas alturas.
Carlos Borrello, como Ignacio Quereda, es un veterano técnico a que quizá el fútbol haya dejado atrás. Tras 16 años al frente de la Selección Argentina (en dos periodos, frente a los 27 seguidos de Quereda), parece que ha llegado el momento de hacerse a un lado.
Argentina, como España hace cuatro años, llegó al Mundial en el chasis, casi sin preparación, sin amistosos previos. Solo jugó un partido, ante Uruguay.
Son historias prácticamente paralelas. A España su particular revolución le ha sentado de mimo, y las futbolistas de 'la Roja' apuntan alto, como han demostrado en Francia 2019. ¿Dará sus frutos Argentina en 2023?