El Sparta se adelantó en el marcador con un soberbio golazo de Frydek a los trece minutos. Pero la Lazio, en lugar de descomponerse, se hizo fuerte, guardó las formas y supo contener el ímpetu con el que empezaron el partido los checos.
Resulta extraño, pues en la Serie A la Lazio es un equipo errático. Hoy estuvo firme, controló el balón para diluir el coraje con el que acometía a cada balón el Sparta y finalmente logró el premio del gol.
Bicik salvó por dos veces al club checo, pero a la tercera el rechace le cayó a Parolo, quien puso el empate en el marcado a siete del final de la primera mitad.
Tras el gol, el Sparta se desarmó, como el boxeador que encaja un golpe que no esperaba. Candreva pudo adelantar a la Lazio, pero su disparo se fue por encima del larguero por centímetros.
El Olímpico de Roma será testigo del desenlace de esta historia, por ahora en tablas. Sólo puede pasar uno, pero en caso de empate al menos ambos se mantendrán invictos, aunque uno caiga eliminado.