El Athletic sigue sin perder y sin encajar goles en esta Liga. Siete puntos de nueve posibles, los tres últimos a costa de un Girona que recibió la primera novatada del curso a domicilio.
El cuadro catalán entró al partido con muchas ganas y con la moral por las nuebes tras los buenos resultados de las dos primeras jornadas. Los 20 minutos iniciales fueron de dominio visitante. Grata impresión del equipo de Machín, al que no le intimidió el escenario ni su primera salida de la historia como equipo de Primera.
Pero no tardó en descubrir el potencial de este Athletic. En su primera llegada del partido llegó el 1-0. Centro de Williams desde la derecha y Muniain se coló entre los centrales para marcar a placer en el segundo palo. El mazazo tuvo al Girona fuera de servicio durante unos minutos, pero el marcador no se movió antes del descanso.
La segunda mitad comenzó como la primera, con los visitantes al timón del encuentro. Esta vez, el Athletic no tardó tanto en ofrecerle la segunda lección de pegada. Balón largo para Williams, que se la puso en bandeja a un Aduriz que celebró su gol 150 como rojiblanco.
El 2-0 mató el partido con media hora por delante. El Girona no dejó de intentarlo, pero la pólvora se paga a precio de oro y da para lo que da. Herrerín salvó el poco trabajo que le propusieron entre Stuani y Aday, los más incisivos de este Girona que tiene muy buena pinta.
Pero en la verdad, Sabin Merino estampó en el palo el que habría sido el tercero tras otra buena acción personal de Williams que no pudo detener Iraizoz, premiado por su antigua afición durante todo el partido.
El Athletic de Ziganda ya vuela y destaca la presencia del fútbol vasco en lo más alto de la tabla, mientras que el Girona ya sabe un poquito mejor de qué va esto de la Primera División.