El Atlético de Madrid consiguió una victoria en el RCDE Stadium que le costará creer. Para llevarse los tres puntos tuvo que hacer Simeone un sinfín de cambios y ayudarse de lo que pudo ser un récord en el tiempo de prolongación. Diez minutos más para lograr el objetivo como solo sabe los 'colchoneros'. Todo para el final.
Griezmann ha llegado a un Atlético de otro tiempo. Antes todo giraba a su alrededor y ahora es una pieza más de un puzle en el que tendrá que intentar encajar. Lo demostró Simeone apostando con un once ofensivo que le pasó mucha factura.
A Correa lo sacó de su posición para meter a Griezmann, dejó a hombres clave de su Atlético campeón en el banquillo y todo fue un desastre. La primera parte se convirtió en un patio de colegio y en un suspenso absoluto. Griezmann lo intentó en dos ocasiones y poco más.
Se vio a un Atlético sin el control, sobrepasado por el Espanyol y fuera de un guion que no le gustó nada a Simeone y que, por supuesto, no estaba en su cabeza. No hubo comodidad ninguna. Por momentos, los 'pericos' se comieron al Atlético y tanto fue el cántaro a la fuente que se acabó rompiendo. Y el golpe hasta fuere merecido.
Embarba, que ya avisó, metió un centro al primer poste al que llegó Raúl de Tomás después de despistar a Marcos Llorente y prolongó para llevar el cuero al fondo de la red por el palo largo. El Atlético se quedó congelado y el Espanyol pudo hacer su primer gol del curso ante el actual campeón.
El Cholo vio claro el problema y en el descanso dejó a tres jugadores en el banquillo de una tacada. Movió todo el árbol, sacó a Lemar, a Joao Félix, Kondogiba y Renan Lodi. Todo cambió desde el momento en el que los de siempre asaltaron el terreno de juego. Y eso sin Griezmann y sin Suárez.
Simeone puso las bases y a partir de ahí comenzó a crear. A Lemar le anularon el primer intento de empate por un fuera de juego de Suárez, si bien quedaba tiempo para hacer la épica.
El Espanyol comenzó a recular y a dar coletazos, sabiendo que arrinconarse era la peor opción. Sin embargo, el Atlético ya había logrado reconducir la situación y puso el partido donde más le gusta. Carrasco tiró de esfuerzo, se la llevó ante cuatro rivales en el interior del área y batió a Diego López con un disparo cruzado.
A partir de ahí fue un correcalles. El Atlético se sacudió la presión y fue picando en el muro. El árbitro sorprendió con diez minutos de añadido y hasta el 99' no llegó el tanto de la remontada. Carrasco se la dejó a Lemar y este batió a Diego López con un disparo a media altura que no logró despejar el portero, pues puso unas manos de mantequilla. El Atlético arregló lo que iba a ser una lluvia de críticas y lo hizo sin Antoine Griezmann y con un añadido de los que no se tienen recuerdos recientes.