El francés llegó como un jugador estrella para ayudar a la continuida de Antoine Griezmann y para un proyecto que aspiraba a pelear por la final de Champions en el Metropolitano, pero de aquel Lemar que había brillado antes se vio menos de la mitad.
El atacante admitió que no había estado a la altura y aseguró que iba a demostrar todo el potencial que tiene y por el que el Atlético decidió pagar 70 millones de euros por su firma. En esta pretemporada ya se le ha visto más suelto y con más desparpajo.
Porque Lemar es ese jugador que es capaz de dar una asistencia medida o pegar un zapatazo como precisamente hizo ante el Getafe en el curso anterior y durante uno de los partidos en los que mejor estuvo.
El francés golpeó desde fuera del área, el balón chocó contra el palo y David Soria hasta que se coló dentro, provocando que el Atlético se pusiera por delante en el marcador.
Así las cosas, Lemar ha dejado claro en la preparación del nuevo curso que viene con fuerza y con ganas de tener responsabilidades, así que será otra cara a seguir como los nuevos fichajes.