"No es lindo que le critiquen. Se le ha pegado mucho. Ya de por sí está en la órbita de todos y cuando no logramos el objetivo peor. Tiene que escuchar críticas que le deben afectar, pero es más fuerte que todos nosotros juntos. Es una locura pensar que no esté con la selección. Es nuestra bandera", dijo, en declaraciones al diario 'As'.
"Está escrito en el destino que no ganemos nada, pero sí que llevemos a esta Selección a ese lugar. Le estamos devolviendo el prestigio, después de llegar a una final del mundo y de la Copa América. Logramos que el mundo vuelva a hablar de la selección argentina", añadió, con un toque de pesimismo, que trató de encubrir.
Por supuesto, fue preguntado por su situación actual en su club, al que definió como "el más grande del mundo". Agradeció a Sabella y Martino, su anterior y presente entrenador con la selección, que contasen con él cuando apenas jugaba en las filas del Mónaco, ya que por ello pudo "demostrar que a pesar de no jugar estaba bien. Hoy me toca venir a la selección partidos en el lomo. Estoy feliz".