Jhon Córdoba hizo saltar las alarmas cuando adelantó a los suyos a los cuatro minutos. El Mainz llegaba al partido en un altibajo de resultados que teñía de imprevisible su cara ante el coloso alemán, pero el tanto parecía mostrar la mejor cara de los de Martin Schmidt.
Sin embargo, y haciendo gala de su irregularidad, el cuadro local vio cómo la alegría sólo le duraba 240 segundos, tiempo que tardó Lewandowski en igualar la contienda.
La dinámica de los de Ancelotti cambió por completo con el empate y a mediados del primer tiempo llegaría el gol de Robben para desnivelar la balanza.
Tras el descanso, el Mainz intentó arañar un punto ante el que dormirá como líder de la Bundesliga, pero una ejecucción sublime de una falta por parte de Lewandowski supuso el 1-3 definitivo.