El marcador no siempre refleja la realidad de lo sucedido en el césped. Y el caso del Villarreal-Espanyol puede ser un buen ejemplo de ello.
La 'ley del mínimo esfuerzo' se hizo latente en el estadio de la Cerámica, ya que los de Escribá se llevaron los puntos sin cuajar, ni de lejos, su mejor partido.
El Espanyol tampoco tiró la casa por la ventana, pero puso más en el asador de lo que terminó llevándose a la boca, aunque el inicio sí tuvo claro color amarillo.
Diego López sostuvo al cuadro barcelonés en el primer tiempo, mientras que, con el paso de los minutos, las fuerzas se fueron igualando. Gerard llegó a marcar para los de Quique, pero el colegiado anuló el tanto por falta previa.
Del 0-1 al 1-0 en cuestión de segundos
Tras una absurda cesión señalada por el árbitro que no llegó a mayores, Andrés salvó una clarísima ocasión de Jurado que podría haber significado el 0-1 y que, segundos más tarde, supuso el primer tanto del choque al filo del descanso.
Roberto Soriano, que había disfrutado de una buena ocasión que abortó Diego López minutos antes, remachó con el muslo un buen servicio de Mario. Gol psicológico que terminó dando alas al Villarreal en el encuentro.
El Espanyol mereció más... pero recibió la 'puntilla'
En el segundo tiempo, los 'pericos' salieron mucho más convencidos de sus posibilidades y se mostraron más ofensivos ante un Villarreal algo noqueado.
La entrada de Caicedo llevó el partido a las bandas, pero los numerosos centros de los visitantes nunca encontraron rematador. Las esperanzas de Gerard y 'Felipao' se quedaron en buenas intenciones a pesar del esfuerzo.
Cuando más apretaban los de Quique llegó el mazazo final. Diego López no estuvo fino y se tragó un remate de Bakambu que significó el segundo tanto de un partido que murió con la sensación de no haber necesitado mucho para ser conquistado.
Los locales siguen inmersos en la zona europea, destino del que se aleja el Espanyol tras este paso atrás.