El partido del miércoles fue duro, en lo físico, pero sobre todo en lo mental. El Atlético parecía agotado, y se pasó todo el partido jugando al ralentí, como sin ganas.
El Betis, por su parte, saltó al Villamarín siendo todo lo contrario, un equipo que estrena entrenador, que se despide de su afición, y obligado a hacer un buen papel para dejar un buen sabor de boca tras un año convulso.
Pronto los verdiblancos impusieron su ritmo y su juego. Y muy pronto empezaron a disponer de ocasiones de peligro. El Atleti, sin Godín, y con Giménez de lateral diestro, hacía aguas.
Pero el Betis no supo aprovechar su superioridad. Todo lo contrario, el Atleti supo contener a los verdiblancos, que llevaron el miedo a los de Simeone con un tiro al palo de Ceballos en el minuto 25.
El empate a cero resistió casi una hora. Hasta que Dani Ceballos se encontró un balón botando en la frontal y lo reventó de un derechazo que nadie acertó a desviar y que se encontró en la cara un Oblak que bastante hizo con al menos tocarlo, pero no pudo evitar el gol.
No preocupó demasiado al Atleti. Aunque había que ganar, sabían que el Sevilla estaba perdiendo en el Bernabéu, y eso también le valía a los de Simeone.
Sin embargo, la fortuna le sonrió. Injustamente, pero le sonrió. Falta lateral, la suerte preferida de Simeone. La 'peinó' Saúl, y la remató en boca de gol Savic, el más listo de la clase.
Un gol que nunca debió subir al marcador, porque la 'peinada' de Saúl fue con la mano, una mano que nadie vio, salvo los jugadores del Betis, que reclamaron la amarilla a Álvarez Izquierdo y que sólo lograron ser ellos los amonestados.
Lejos de deshacerse, el Betis continuó plantando cara el resto del partido. La afición, que pitó un poco al equipo en la primera parte, jaleó a los suyos en la segunda.
Sin embargo, Alexis, lejos de volverse loco y lanzarse a por la victoria, corriendo unos riesgos innecesarios, mantuvo la calma y permitió que pasasen los minutos, algo que le parecía correcto al Atleti.
Y, tras 90 minutos, final. El Atleti será tercero, aunque este punto sea del todo injusto. El Betis, ya salvado, dijo adiós al Villamarín hasta el curso que viene dando una mejor imagen que lo que venía siendo habitual.