El suspense se resolverá el sábado, un día después del comienzo de la vigésimo segunda y última jornada del Apertura, cuando Libertad juegue contra Guaraní y Olimpia contra River Plate, ambos en simultáneo y en sus propias canchas.
En principio el viento sopla a favor de Libertad, que aventaja en tres puntos a Olimpia y tanto si gana como si empata tiene garantizado el campeonato.
Incluso se llevaría el gato al agua perdiendo ante Guaraní, pero siempre y cuando Olimpia caiga derrotado ante River Plate.
La única opción a la que se agarra Olimpia es que gane a su rival y que Libertad pierda, llegándose con ello a un empate a 43 puntos.
Entonces el campeón saldría del partido que ambos dirimirían en fecha a decidir por la Asociación Paraguaya de Fútbol.
Toda una emocionante recta final para un Apertura que está disputado por dos equipos que en un principio no aparecieron como serios aspirantes al título.
Libertad anduvo agazapado, dejando que se desgastaran líderes efímeros como Sol de América y Deportivo Capiatá y finalmente, cuando estos cayeron, se impuso la regularidad y forma física impuesta por el técnico, Roberto Torres, que ya sabe lo que es ganar un Apertura tras conquistarlo el pasado año con Cerro Porteño.
Para Olimpia, y al margen de lo que obtenga, es ya todo un mérito llegar donde ha llegado tras varias jornadas en el fondo de la tabla, de la que salió con la llegada de Fernando Jubero, el técnico que sustituyó a Francisco Arce, quien ahora dirige al Guaraní que se enfrentará a Libertad.