Lo hizo durante el sorte de Copa Libertadores, una vez conocidos los cruces de la Sudemericana y en clara alusión a los acontecimientos producidos el 24 de noviembre en los aledaños del Estadio Monumental.
Unos conflictos que surgieron del ataque al bus de Boca camino de la 'Superfinal' y que acabaron con una oleada de caos y violencia en las calles de Buenos Aires.
Ante esa situación, que casi toda la afición al mundo fútbol desea olvidar, el máximo dirigente de la CONMEBOL se mostró bastante contundente.
"Llegó la hora de parar con la demagogia, con las excusas. Terminemos con la viveza criolla, con esa idea de que ganar justifica cualquier cosa. El fútbol, rey de los deportes, tiene los mejores valores y nosotros los dirigentes tenemos que dar el ejemplo", subrayó.
El objetivo en el presente año es claro, buscando dar un paso adelante en la convivencia pacífica entre aficiones. "Terminemos con la violencia, acabemos con la intolerancia. Se trata de ganar y perder. Nunca el fútbol puede estar manchado por gente que va contra los principios. Hemos demostrado al fútbol que tenemos todas las condiciones", concluyó.
17 de diciembre de 2018