El sólido comienzo liguero del Atlético de Madrid se vio refrendado en Europa frente al Red Bull Salzburg. El cuadro del Cholo Simeone olvidó la debacle de Münich frente al Bayern y sumó un trabajado triunfo (3-2) que encauzó su andadura por el Viejo Continente.
Joao Félix, de manera lógica, se llevó todos los titulares tras su partidazo, pero hubo otro hombre clave en el cuadro 'colchonero' que viene siendo un auténtico salvavidas para el equipo desde aquel mítico 2-3 en Anfield Road: Marcos Llorente.
El ex del Real Madrid volvió a ver portería ante el conjunto de Austria, aunque esta vez no lo hizo mientras jugaba de atacante, sino que sumó un nuevo tanto a su cuenta particular en este mágico 2020 para él desde su posición de origen: el mediocentro.
Tal y como recuerda 'AS', el Cholo Simeone comenzó a situarlo en esta posición en la primera parte del pasado curso, pero no pudo hacerse con un puesto de manera indiscutible en el equipo. Fue al empezar a jugar volcado a banda y con la portería más cerca cuando realmente Llorente explotó.
Desde esa posición le marcó al Valencia y todo fue a más cuando el técnico argentino, en Anfield y jugándose el pase a cuartos de la Champions, le situó casi como la referencia ofensiva del equipo. Esto se tradujo en dos goles que ya son historia rojiblanca.
Aquella noche supuso el nacimiento de un nuevo Llorente mucho más ofensivo, pero esta última jornada de Champions volvió a sus orígenes y no desentonó para nada en la sala de máquinas del cuadro 'colchonero'.
Y es que Marcos es todo un ejemplo de polivalencia. El chico para todo de un Simeone que, de cara al duelo ante Osasuna en Pamplona, sabe que, ante cualquier imprevisto, tiene un comodín que el resto de los entrenadores envidian.