El 5 de octubre fue el último partido que Lloris disputó con el Tottenham. En un lance de juego ante el Brighton, Lloris regaló el balón al rival, que terminó marcando. Pero eso no fue lo peor: en esa acción se lesionó de gravedad.
Lloris tuvo que pasar por el quirófano por una dislocación en el codo. Actualmente se recupera de la intervención: "Son acciones que no controlamos. Nunca he experimentado un dolor semejante, fue algo insoportable. Al final tuve suerte. Pese a todo, no estoy preocupado por mi carrera".
El cancerbero del Tottenham solo piensa en reaparecer cuanto antes. Espera poder volver a competir en enero: "Sigo siendo positivo. Me tomo los plazos de recuperación con optimisimo. Estoy trabajando y haciendo lo correcto para tratar de volver en enero".
Todo dependerá, obviamente, de cómo avance su recuperación. Los médicos tendrán mucho que decir al respecto. Lloris espera estar a disposición de Pochettino cuanto antes.