Lo mejor de Diego Costa fue su explosión en la Supercopa de Europa. Sin duda, el Atlético debe agradecerle su buen juego mostrado en Tallín. Gracias a él, en parte, los rojiblancos se llevaron el título. Pero poco a poco, fue perdiendo fuelle...
Las lesiones no perdonaron a Diego Costa. Entre esguinces y otras dolencias musculares, el hispanobrasileño se perdió varias fases importantes del curso. La última la sufrió en el amistoso disputado en Israel.
Y si no ha sido su temporada con respecto a las lesiones, tampoco lo ha sido en lo que respecta a su comportamiento. El Comité sancionó a Costa con ocho partidos de sanción tras haber sido expulsado por insultos a Gil Manzano, hechos que el jugador negó. Y claro... no pudo volver a jugar desde entonces.
Costa se declaró en rebeldía, negándose incluso en una ocasión a entrenar junto al resto de compañeros. Una temporada, sin duda, convulsa para Diego Costa.
Simeone optó por colocarle en el once inicial en el amistoso. No sabía el Cholo que aquella noche tampoco iba a sonreír a Costa. El delantero acabó doblándose el tobillo y sumando una lesión más a su historial antes de poner fin al curso.