Necesitaba Leo Franco un revulsivo para romper la racha de cuatro derrotas consecutivas que cosechaba el Huesca. El argentino se la jugó dando entrada a Jovanovic por Werner, que vio su primer partido desde el banquillo.
El Alcoraz sabía que estaba ante una oportunidad única para conseguir puntuar por primera vez en la élite y lo hizo sufriendo. Mereció más en los últimos minutos, pero se encontró con un gran Bono en la portería del Girona.
No comenzó bien el encuentro para Leo Franco. A los problemas deportivos se le unen los problemas físicos al Huesca. Si en la pasada jornada se lesionó Luisinho, esta vez fue su sustituto en el lateral, Akapo, el que tuvo que marcharse antes de tiempo.
El técnico del conjunto oscense reaccionó y cambió casi toda la defensa de sitio. Metió a Pulido en la derecha y a Miramón en la izquierda, con Etxeita y Semedo en el centro de la zaga.
El Girona esperaba atrás intentando salir a la contra con Portu y Stuani. El extremo del conjunto catalán arrancó la moto en varias ocasiones, pero no fue capaz de conectar con el charrúa.
Estuvo muy activo Chimy Ávila, que le ganó la partida en el once a Longo. El argentino buscó una y otra vez con descaro la portería del Girona ante un inmenso Bono. Pero todo cambió pasada la media hora de partido.
El VAR, protagonista del partido
Cordero Vega, colegiado del encuentro, pitó una falta en el borde del área de Aguilera a Stuani. Tras un minuto de consultas, el VAR decretó que la infracción había sido dentro, marcando así el uruguayo la pena máxima a lo Panenka.
Eusebio quiso reforzar la defensa tras el paso por los vestuarios. Cambió el sistema y volvió a introducir a tres centrales. Un resultado que le salió cara en los primeros minutos pero que se tornó en mala decisión cuando tanto Chimy como Gallar comenzaron a buscar la espalda de los carrileros.
De nuevo tuvo que aparecer el VAR para decretar una pena máxima. Un codazo en el salto de Bernardo a Moi Gómez fue pitado por Cordero Vega fuera del área, pero tras la consulta, Mateu Lahoz, colegiado del vídeo, le instó a pitar el penalti.
Un gol histórico
No podía ser otro que Gonzalo Melero el que pusiese su firma en la historia del Huesca. Suyo fue el primero y hasta ahora único tanto del conjunto oscense en El Alcoraz en Primera División.
Tras el empate, el conjunto de Leo Franco se creció. Lo buscó una y otra vez por la izquierda con Chimy Ávila, que tuvo en sus botas la primera victoria en casa. Finalmente, fue Bono el héroe para un Girona que fue de más a menos en el partido.