El Racing de Santander sorprendió a propios y extraños cuando anunció en el último día del mercado de traspasos invernal el despido de Jordi Figueras, que llegó al club en el año 2018.
Tras la noticia, el futbolista se mostró sorprendido y decepcionado con las formas del conjunto cántabro, que esperó hasta última hora para comunicar la decisión.
"Estoy decepcionado, triste, enfadado..., no sabría definir la palabra exacta. Es lo que hay, lo que han decidido y hay que aceptarlo. Recibí un mensaje a las nueve y cuarto de la mañana de Amorrortu diciéndome que quería hablar conmigo antes del entrenamiento. En ese momento, yo que llevo muchos años en el fútbol, no tuve duda de que iban a por eso. Iba viendo cosas, reacciones en los últimos partidos y me podía oler algo, pero sinceramente nunca creí que pudieran hacerme algo así", explicó en 'AS'.
El despido, según indica el medio, se debe a motivos deportivos, ya que el cuerpo técnico cree que la velocidad del jugador no concuerda con la idea y el estilo de juego que quieren. Una explicación que no convence a un Figueras que cargó con todo contra la entidad.
"Me alegan un tema deportivo. Yo no soy tonto, sé que he tenido algún buen partido este año, pero en otros, como la mayoría del equipo, no hemos estado bien. En el fútbol hay momentos, hay rachas... Que vengan el último día que no cuentan contigo y que te van a despedir. Eso es, hablando mal, una cerdada impresionante. Si me dicen hace diez días 'vete buscando equipo...', me muevo. Pero así...", sentenció el jugador.