Cayó el anfitrión en el Trofeo Ramón de Carranza. Pese a jugar mejor y disponer de las mejores ocasiones, el Cádiz perdió en los penaltis ante Las Palmas, que no estuvo a la altura de otros partidos.
Manolo Jiménez no paró de dirigir a sus jugadores, no le gustaba lo que estaba viendo, pero ahí apareció Rubén Castro. El delantero ya golea con la camiseta del equipo grancanario.
Ambos equipos empezaron bastantes dubitativos. Las faltas y las interrupciones fueron protagonistas en el comienzo del choque. Agra y Aketxe entraron en juego y el Cádiz orquestaba el encuentro.
Raúl Fernández pudo ganarse el derecho de la titularidad en el día de hoy. El guardameta salvó a Las Palmas en la primera mitad. Mario Barco soñará con él esta noche.
Todo seguía igual en el comienzo del segundo tiempo. Pero ahí emergió la figura de Rubén Castro, que no pierde el olfato pese a sumar años. El delantero puso por delante a los canarios tras un gran cabezazo a centro de Fidel.
El Cádiz no tiró la toalla después del mazazo. Estaba en su trofeo y ante su afición. Álvaro Cervera dio entrada a Salvi en el minuto 70 de partido. El extremo iba a ser el total protagionista del encuentro.
Fue el único que pudo con el cerrojo canario. En el 92', Raúl Fernández vio como el zapatazo teledirigido del extremo se colaba por su escuadra izquierda. El Cádiz revivió para el agrado de su afición.
Pero volvió a caer minutos después, en la tanda de penaltis. El propio Salvi falló el último lanzamiento, el que empezó a decantar la semifinal. El Betis ya espera a Las Palmas en la final.