Mientras muchos se dieron la vuelta, horrorizados por la dolorosa imagen, Long se acercó a su compañero de selección y comenzó a hablarle. Puso en práctica con él una técnica aprendida durante el embarazo de su esposa.
Lo confirmaron, tanto él como ella, a la prensa inglesa. "Simplemente trataba de tranquilizarlo", dijo el futbolista; ella cree que la intervención de su marido fue fundamental.
Puso en práctica una técnica llamada hipnoterapia, algo que al parecer sirvió a Coleman para mantener la calma y poder respirar mientras estaba siendo atendido.
Long no pudo evitar que la lesión dejase en el dique seco a Coleman seis meses, pero seguro que ayudó al jugador en el traumático momento.