Tras 210 minutos oficiales de competición, ni siquiera ha habido minutos residuales en las segundas partes (ni en la prórroga contra el Atlético de Madrid).
Y no solo eso. Tampoco ha tirado de Raúl de Tomás ni de Valverde, los dos jóvenes a los que había dado más cancha den la pretemporada. Así que la postura del entrenador blanco se atiene a interpretaciones.
La más lógica, en clave deportiva, pasa por el normal tiempo de adaptación que implica estar recién llegado, más aún a uno del calado de la Casa Blanca.
La ausencia que está generando más debate es la de Vinicius, a quien se ve como una gran apuesta para desbloquear partidos.
No obstante, podría tratarse también de una llamada de atención al club a la espera de más incorporaciones. Lopetegui ya dejó claro que esperaba algún delantero más para acompañar o sustituir a Benzema. Incluso había varios candidatos sobre la mesa.
Además, estaba interesado en la llegada de un sustituto para Kovacic tras su salida al Chelsea, y le gustaría contar con un cuarto central.
Curiosamente, ni Valverde ni Raúl de Tomás, canteranos que podrían hacer esa función, entraron en la lista para jugar contra el Getafe el pasado domingo.