Sabía Rubi que tenía una difícil papeleta para sustituir a Fekir, lesionado, y lo hizo al meter a dos delanteros. A pesar de tener un hombre menos en el centro del campo, fue capaz de dominar cuando más difícil era.
Fue el Levante el que sorprendió primero. No había jugado demasiado Hernani, pero se destapó en el Benito Villamarín como un hombre con mucha velocidad, regate y gol. Recibió el ex del Oporto un pase de Vukcevic para aprovechar las dudas de la defensa del Betis y batir a Joel.
Respondió bien el Betis. Sin un dominador claro en el centro del campo en la primera mitad, las ocasiones se sucedieron en las dos porterías. Por un lado, Borja Iglesias y Loren volvían loca a la defensa 'granota'. En el otro, Hernani no podía ser seguido por ningún jugador verdiblanco, ni siquiera por un Álex Moreno que aprovechó la ausencia de Pedraza para reivindicarse.
Insistió tanto el Betis que se acabó encontrando con el tanto en el añadido de la primera mitad. Joaquín, que destapó el tarro de sus esencias y las carencias defensivas del Levante, encontró a Loren con un centro que cabeceó el marbellí, la envió al palo y recogió el rechace para empatar.
Quiso cambiar las tornas Paco López al intercambiar de bandas a Hernani y a Morales para provocar dudas en la defensa del Betis. Pero eso lo leyó mejor Joaquín, que percutió una y otra vez por su banda diestra, al aprovechar que Morales no bajó a defender, y llegar al área.
Fue así como el Betis se adelantó, nada más comenzar la segunda mitad, en el marcador. De nuevo Joaquín y de nuevo Loren, que para marcar en el segundo palo tuvo el peaje de estrellarse con la madera.
El Levante, noqueado, se apoyó en Hernani para intentar encontrar aire en el campo, pero se le acabó el fuelle al portugués a la vez que pasaban los minutos. Y ahí apareció de nuevo Joaquín.
El portuense aprovechó el maravilloso taconazo de Canales en el área para llegar a línea de fondo, levantar la cabeza y ver a Borja Iglesias, que solo tuvo que empujar el balón para sentenciar el partido.
Ahí acabó el partido. El Betis se replegó atrás y no dejó espacios ante un Levante que se quedó sin gasolina antes de tiempo. Sonríe de nuevo el Benito Villamarín con un conjunto verdiblanco que coge aire.