'Zizou' sabía que sería difícil sostener el listón que él mismo había puesto. Así que apostó por un año sabático. Su marcha en sí ya casi fue un terremoto. Y, tras él, el seísmo tuvo varias réplicas que pueden condensarse en cinco grandes puntos.
La apuesta por Lopetegui
Tras intentar superar cuanto antes el trauma de la marcha del galo, Florentino se decidió a apostar por el técnico de la Selección Española. Pero su elección no tuvo el mejor marco: trascendió días antes del inicio del Mundial y ello supuso la destitución fulminante del seleccionador.
Así que su llegada se produjo antes de lo previsto. En medio de más turbulencias. Eso sí, la voz de los pesos pesados del Madrid y la Selección, con Sergio Ramos a la cabeza, fue fundamental para que el presidente apostara por Lopetegui.
Cristiano también se fue
Solo una noticia de este calado podía eclipsar la de Zidane y la posterior de Lopetegui en el Mundial. El descontento que había insinuado justo el día que el Madrid ganó su tercera Champions seguida se confirmó con una salida que, tras varios capítulos intensos, derivó en el traspaso a la Juventus.
Se fue el jugador de referencia de los últimos años en la Casa Blanca. Se temía que se le pudiera echar de menos y el avance de la temporada dejó claro que el Madrid había perdido 50 goles sin el luso.
De hecho, sigue siendo uno de los grandes caballos de batalla en el actual momento de la temporada.
Primera decepción: en la Supercopa europea
Lo que podía ser el primer título de la temporada, para reforzar además el nuevo proyecto, resultó todo un desencanto. El equipo blanco cayó en la prórroga de Tallin. Además, contra el Atlético de Madrid.
Fue la primera final europea perdida por el Madrid ante los vecinos rojiblancos, también la primera perdida tras 13 títulos seguidos en las disputadas en los últimos 18 años.
No comenzó con buen pie Julen Lopetegui. Fue un mal presagio luego confirmado.
Adiós a Lopetegui
Tras completar el peor arranque de un entrenador en la 'era Florentino', el mandamás blanco no tuvo más remedio que destituirle. Hacía falta un cambio de rumbo.
La apuesta inicial iba a ser Antonio Conte, para traer mano dura y urgir la reacción, sobre todo en Liga, cada vez más lejos de la primera posición. Sin embargo, no hubo entendimiento y se dio otro giro de timón: se le dio la alternativa a Solari.
Como en los primeros encuentros todo salió bien, se mantuvo al argentino en el cargo, puesto que sigue teniendo y que no ha conseguido mejorar el fútbol, pero sí los resultados. Metió al equipo en octavos de la Champions como líder de grupo y ahora está más cerca que nunca del líder, el Barcelona.
Tiempo de dudas
Ahora está por ver cómo se endereza la nave. Para empezar, con la disputa del Mundial de Clubes, segunda oportunidad para ganar un título que apacigüe algo los ánimos.
Pero hay más cuestiones que resolver, como las situaciones de Isco y Asensio, que no atraviesan para nada un buen momento en Chamartín, los problemas de gol, evidenciados en un Bale que no encuentra continuidad, o quiénes emergerán como referentes del equipo en el césped, pues la mayoría de jugadores está por debajo de su nivel.