Los '4 Fantásticos' no están en Brasil... sino en Belgica

Mertens fue el principio del golpe de timón que debieron dar los Diablos Rojos ante una rocosa selección de Panamá que les maniató en el primer tiempo y Lukaku fue el fin, con dos goles en un intervalo de seis minutos, del 69 al 75.

Pero en la mitad de la historia, todos los balones de la poderosa ofensiva de la formación que orienta el español Roberto Martínez pasaron por De Bruyne y Hazard.

Con el 3-0 dejado por Bélgica en su debut imposible mirar de soslayo cómo les fue a las otras selecciones que llegaron a Rusia con el cartel de aspirante al título.

España y Portugal igualaron 3-3 en un pirotécnico encuentro, el campeón alemania cayó por la mínima ante México, el subcampeón Argentina quedó en evidencia ante la novata selección de Islandia, que le sustrajo un 1-1 con penalti atajado a Lionel Messi, y Brasil dejó en su estreno un 1-1 para la satisfacción de Suiza.

En aquel partido jugado en Rostov, la Canarinha desempolvaba una fórmula ofensiva que intimida, como doce años atrás llegó a hacerlo en el Mundial de Alemania 'el Cuadrado Mágico' compuesto por Ronaldo, Ronaldinho Gaúcho, Kaká y Adriano.

El domingo pasado Neymar chocó una y otra vez con una rocosa defensa, Gabriel Jesús sucumbió ante el cerco, Willian quedó aislado del circuito y apenas Coutinho mostró rebeldía con un golazo a distancia, pero minutos después se apagó.

El saldo de 1-1, insuficiente para cualquier Selección Brasileña, ahora ha llevado al diván a los jugadores de Tite, y entre la prensa plantea las primeras dudas sobre la cohesión de ese cuarteto ofensivo que por ahora no engrana.

Sin mucho ruido, Bélgica ha dejado en Sochi sus credenciales de candidato al título y, comparadas con las otras selecciones aspirantes, es la que mejor ha quedado en la foto de la primera jornada.

Aunque Martínez lo niegue y garantice que sus pupilos se preparan sin mirar a los otros.

Algún desprevenido pudo pensar que Bélgica esperó hasta el segundo tiempo para resolver con solvencia el lunes su debut.

Contra Panamá había un partido peligroso, según admitió el técnico catalán de 44 años.

"Si ganábamos con un marcador muy abultado, nada extraordinario habíamos hecho, si lo hacíamos con dificultades, generaríamos dudas sobre nuestras posibilidades. Hemos sufrido pero hemos sabido sortear con paciencia y suficiencia un partido duro", expresó.

Las dificultades planteadas por una marca asfixiante hecha a través de una línea posterior de cuatro jugadores y otra de cinco plantada en tres cuartos de cancha fueron sorteadas con una impresionante movilidad de 'los Diablos'.

El mapa de calor del partido indica que a pesar de la grama alta y el calor de verano, Mertens, De Bruyne, Hazard y Lukaku recorrieron todo el frente de ataque en busca de espacios.

Las primeras grietas en Panamá se evidenciaron en el amanecer del segundo tiempo, un problema físico reconocido por el seleccionador Hernán Darío Gómez.

"Los europeos pueden jugar cien minutos, a nosotros nos cuesta llegar a los noventa", explicó.

Apenas dos minutos después de la reanudación, Dries Mertens, el hombre que se había echado el equipo a la espalda mientras sus compañeros parecían maniatados en el primer tiempo, sacó de la chistera uno de esos goles que desmoralizan al adversario.

Borbollón en el área de Jaime Penedo, el balón que le llega y sin dejarlo caer de la una trayectoria venenosa rumbo al segundo palo del portero.

En adelante todo fue más fácil.

Apareció en todo su esplendor la magia de Hazard y De Bruyne, carreras, desborde, sucesivos eslalon por una y otra banda y para poner punto final, el tanque Lukaku.

Los Diablos Rojos llegaron al Mundial para confirmar que tienen una de las mejores generaciones de la historia.

No hay ruido, pero con lo hecho hasta ahora, 'los Diablos' han tomado la delantera a 'los 4 Fantásticos' brasileños.