Atalanta y Valencia se enfrentaron en la ida de los octavos de final de la Champions League en San Siro. No jugaron en el Stadio Atleti Azurri d'Italia debido al brote de contagiados de coronavirus que florecía en el norte de Italia.
El partido se disputó con público y muchos expertos, periodistas y futbolistas lo señalaron como el "partido cero", como una bomba biológica que desencadenó la crisis provocada por el COVID-19 en el país transalpino.
En este mismo contexto, Giorgio Gori, el alcalde de Bérgamo, una de las ciudades más afectafas por el coronavirus, manifestó: "En ese momento no sabíamos lo que pasaba. Si el virus ya circulaba, los 40.000 aficionados que fueron a San Siro se contagiaron. Muchos vieron el partido en grupos y hubo muchos contactos esa noche. El virus pasó de unos a otros".
"El partido no fue todo, porque la chispa verdaderamente fue en el hospital de Alzano Lombardo, con un paciente con una pulmonía no reconocida y que contagió a pacientes, médicos y enfermeros. Ese fue el foco del brote", agregó.