Que el Barcelona se está afrancesando es todo un hecho. La reciente incorporación de Lenglet, unida a las de Umtiti y Dembélé, lo deja claro. No obstante, ello también se evidencia en las compras hechas directamente desde el país galo, aunque no tengan dicha nacionalidad. Y Malcom es el último... por el momento.
Poniendo en una balanza aciertos y errores, el saldo es positivo hasta el momento. Ronaldinho se lleva la palma. Abandonó el PSG en 2003 para que Joan Laporta presumiera de fichaje electoral, pese a que en un principio pensaba que podía ser David Beckham, y el brasileño mostró un antes y un después en el Camp Nou.
También realizó una notoria carrera, y disfrutó de la exitosa época de Guardiola siendo muy partícipe, Rafa Márquez. El jugador azteca llegó a lucir el brazalete de capitán y se fue del Camp Nou con 12 títulos tras siete temporadas.
Eric Abidal, ahora secretario técnico y gran responsable del fichaje de Malcom, cambió Lyon por Barcelona en la temporada 07-08. Su impronta quedó reflejada llegando a conquistar la Liga de Campeones, la cual tuvo el honor de levantar tras un gran detalle de Puyol debido al calado humano que dejó luchando contra un cáncer.
La campaña 04-05 trajo el fichaje de Ludovic Giuly. Venía de exhibirse en el Mónaco, aunque parecía un refuerzo de menos escala. Nada más lejos de la realidad; fue una pieza muy activa en la tridente ofensivo del Barça y llegó a conquistar la Liga de Campeones en 2006. La génesis de Pedro.
Samuel Umtiti, a pesar de que solo lleva dos temporadas en el plantel azulgrana, ya tiene el reconocomiento de crítica y aficionado. También incorporado del Lyon, su velocidad y buena colocación terminaron de cerrar una vieja deuda con los fichajes de centrales desde la salida de Puyol.
Centrales galos
Los 'bluffs' están muy claros. Tras destacar en el Mónaco, Philippe Christanval se convirtió en una fuerte apuesta de Joan Gaspart. No en vano, se convirtió en el zaguero más caro de la historia 'culé' hasta ese momento. Y resultó un tiro fallido.
Lo mismo que con Frédéric Déhu. Fue nombrado uno de los mejores defensas del campeonato galo tras dar la sorpresa con el Lens ganando la Ligue 1. Vino como defensa moderno y de ADN Barça y, tras solo once encuentros, volvió a Francia de la mano del PSG.
El único defensa galo que se salva de la quema es Laurent Blanc. Haciendo de líbero o central, se acopló bien al Barça. Cumplió expectativas tras ser incorporado del Auxerre, pese a solo disputar un año (vino con 31). Fue clave para Bobby Robson y se fue a Marsella con una Copa del Rey, la Recopa y una Supercopa.
Luces y sombras se pueden destacar de futbolistas como Sonny Anderson, Yaya Touré o Edmilson; los dos primeros procedentes del Mónaco, del Lyon el brasileño.
Tuvieron su momento y los dos últimos llegaron a conquistar la Champions League. El marfileño fue el que se llevó un mejor currículo, pero fue vendido antes de lo deseado por su mala relación con Guardiola.