Madrid está inquieta por los 4.000 aficionados del Legia que invaden ya sus calles y bares. Unos 300 no han pasado el control del club polaco y son considerados radicales, justo los 300 que están causando más problemas a la Policía.
Esta madrugada tres de ellos ya fueron detenidos por agredir a unas camareras en un bar. Pero no se ha calmado la cosa a lo largo de este día, al contrario. Pese a que, en general, la afición polaca no está dando muchos problemas, es ese grupo de radicales el que no deja de buscar formas diferentes de llamar la atención.
Al parecer, otro encontronazo se ha dado en un céntrico bar de Madrid, cuando un grupo de aficionados ha hecho un 'sinpa' y se ha ido tan tranquilo. El camarero, sin saber muy bien cómo actuar, le ha entregado la cuenta a la Policía.
Al mediodía, otro grupo ha decidido aprovechar el agua de una fuente para darse un 'refrescón'. Mala idea si tenemos en cuenta que no es legal y que las dosis de alcohol aumentan las posibilidades de sufrir cualquier incidente.
La Policía, de nuevo, ha tenido que intervenir para controlar a los aficonados pasados de copas.
La Policía y los aficionados del Legia tienen sus más y sus menos en el centro de Madrid https://t.co/PKX9znfOd6 pic.twitter.com/O80y6tjODV
— El Larguero (@ellarguero) 18 de octubre de 2016