Recordemos que no hace tanto no existían las cesiones, o los jugadores no llevaban su nombre sobre su dorsal, o éste ni siquiera era fijo, se asignaban del 1 al 11 antes de cada partido, a veces por orden alfabético.
Cuando esos cambios fueron introducidos, más de uno se mesó los cabellos y clamó al cielo, porque iban a cambiar el fútbol y era inaceptable.
Pues bien, la historia se repite cada vez que la FIFA se sienta a estudiar cambios, sobre todo si son radicales.
David Elleray, un ex árbitro inglés, y miembro del FIFA Board, el comité que estudia estos cambios, ha revelado algunos de los que se someterán a debate en la próxima reunión.
Uno de los cambios que se pretenden introducir es la posibilidad de eliminar las faltas directas, pues no tendría sentido llamarlas así si se permite tocar el balón varias veces al ponerlo en juego.
También se estudiará la posibilidad de que el balón no tenga que estar completamente detenido para ponerlo en juego en un libre directo.
Y las sanciones serán estudiadas a fondo. Por ejemplo, las cesiones se convertirían en penaltis en lugar de en libres indirectos dentro del área, y una mano en línea de gol sería gol en lugar de pena máxima.
Son normas que afectan al reglamento, que pulen las reglas del juego, pero también se pondrán a debate otras que cambiarán el deporte como lo conocemos.
Nos referimos a la opción de cambiar el tiempo de juego. Algo que se ha criticado mucho son las pérdidas de tiempo. Se han tratado de evitar con sanciones y descuentos, pero siguen siendo un habitual en nuestro fútbol.
La propuesta del FIFA Board será cambiar los 90 minutos a reloj corrido por 60 de tiempo real. Esto es, parando el crono cada vez que el balón no está en juego, como en el baloncesto o el balonmano, por ejemplo.
De ese modo se jugará la hora de fútbol y ni un minuto más. Y las pérdidas de tiempo no tendrían más sentido que el desquiciar al rival rompiendo el ritmo del partido.
Estas propuestas se debatirán largo y tendido durante los próximos meses, y el FIFA Board decidirá, en marzo, cuáles se pondrán a prueba en competición oficial.