En el minuto 52, Giménez fue obligado por el colegiado del Atleti-Bayer a obligar el terreno de juego. Sangraba abundantemente por la boca y se había manchado la camiseta.
Camino a la banda dejó claro a los médicos que no era de la boca, sino de la nariz. El uruguayo, como el montenegrino unos días antes, se había roto los huesos propios de la nariz.
Se le realizarán pruebas a lo largo de la mañana del jueves para conocer el alcance de la lesión, y tras el partido, el cual concluyó (y jugando de nuevo de mediocentro), se le colocó la fractura en su sitio, con sedación, eso sí.
Todo parece indicar que, salvo que haya alguna complicación, Giménez podrá entrenarse con total normalidad, pero vistiendo una máscara protectora.
Si ante el Sevilla formase pareja con Savic se produciría un hecho insólito, los dos centrales del equipo luciendo máscaras protectoras por sendas roturas de tabique.