Así pues, el francés tiene previstas cinco importantes tareas para que su equipo no acuse el parón.
La primera de ellas es, precisamente, paliar los efectos negativos del virus FIFA. El Madrid tiene muchos internacionales y éstos han recorrido bastantes kilómetros con sus países. Además, hay que tener en cuenta los minutos jugados. De todas formas, el conjunto blanco no ha perdido tras los parones desde la llegada de Zidane.
La segunda es recuperar efectivos. Se prevé que vuelvan en este mes los lesionados Varane, que se perdió los partidos de Riazor y de Valencia por precaución y por lesión, respectivamente; y Vallejo, que no juega desde el 10 de agosto por problemas en el muslo izquierdo, pero está en la convocatoria de este sábado.
El entrenador también podrá contar con Cristiano, que reaparecerá el 13 de septiembre ante el Apoel Nicosia, ya que ha tenido que afrontar cinco partidos de sanción.
Zidane también quiere recuperar a Bale, muy cuestionado en este arranque de temporada. En Gales se ha sentido querido y ha ido de menos a más ante Austria, lo que podría ayudarle moralmente. El francés, como siempre, le respaldó en la rueda de prensa previa a la visita del Levante. Con el Madrid ha marcado un gol y dado dos asistencias.
La cuarta tarea es lograr el récord de partidos consecutivos marcando. El Real Madrid lleva anotando 70 partidos consecutivos, pero el registro puede ser histórico si lo extiende cuatro encuentros más. Si eso pasa, superará el récord del Santos de Pelé, que dejó la marca en 73. Levante, Apoel Nicosia, Real Sociedad y Betis serán los rivales.
Y, por último, el técnico quiere empezar con buen pie en la Champions. El pasado curso, los blancos empezaron en la máxima competición continental dejando dudas: se dejaron dos puntos en septiembre, ganando en el 89' y en el descuento contra el Sporting de Lisboa.
Además, el Borussia consiguió el empate en el minuto 87 en Dortmund y a los 'merengues' les costó clasificarse para los octavos como segundo de grupo. Obviamente, tras la consecución del título en Cardiff quedó en anécdota, pero Zidane prefiere hacer los deberes desde el principio.