El activista Santiago Martín Barajas, quien ideó la renaturalización del río ejecutada por la exalcaldesa Manuela Carmena, ha denunciado lo que considera una "barbaridad" y un "daño innecesario" al río, pues a su juicio la grada del antiguo estadio se podría desmontar de otra manera, hacia dentro y de arriba a abajo, pero no se hace para ahorrar costes y tiempo.
El Ayuntamiento de Madrid explica por su parte que "la única posibilidad de ejecutar la demolición" es con una ataguía, una especie de "presa cubierta con geotextil de alta resistencia que permite recoger los materiales que pudieran caer al río en este recinto acotado sin afectar al cauce" y aseguran que ese espacio se limpia habitualmente" y se desmontará cuando se complete la demolición.
Además, desde el área de Obras y Equipamientos explica que la solución encontrada tiene autorización de la Confederación Hidrográfica del Tajo y se hace en coordinación con los Servicios Técnicos responsables de gestión del agua del Área de Medio Ambiente y Movilidad, según indican a 'EFE' fuentes municipales.
"Están cayendo cascotes allí que son espectaculares", señala Barajas, quien asegura que la tela de geotextil instalada está "hecha jirones" porque cae "un escombro que pesa dos toneladas desde 50 metros" y acusa a la constructora de hacer los trabajos "a la brava" tirando incluso cristales que en un derribo al uso se desmontan.
Martín Barajas denuncia "daños ambientales importantes" , exige que las obras se frenen y que se limpie el río. A su juicio este es "un ejemplo claro de falta de sensibilidad medioambiental" puesto que un derribo así no se produciría por ejemplo en el centro de Madrid.
Estaba previsto que la demolición de la única grada que sigue en pie del estadio finalizase en marzo, aunque la obra ha sufrido retrasos debido al coronavirus.